
Próximo encuentro creativo: Taller "Leitmotiv" 2024
El actor equilibrado reconoce su núcleo, su partitura emocional, su cuerpo álmico y su doble artístico; que no es más que la coherencia entre lo que percibe, siente, piensa, reflexiona, dice, hace y predice. Ello revela la paradoja armoniosa de “cuanto más hallas de lo individual, más hallas de lo universal”.
Tener claro el margen de acción entre el intérprete y el personaje garantiza la salud psicológica, y evita la neurosis. Un intérprete tiene responsabilidades y debe adiestrarse para llegar a ser un intérprete de carácter profundo. Mijaíl Chejov afirma que "el resultado final de toda preparación del actor es el desarrollo del personaje escénico. Observo que el actor de Stanislavski habría sido enseñado a crear su papel sobre la base de las similitudes entre su historia personal y la del personaje de la obra". La crítica de Chejov es compartida en nuestra propuesta para enriquecer la interpretación escénica, abriéndole un espacio desde el imaginario del personaje u “ojo creativo”. Nuestra propuesta se desarrolla desde el otro yo, el yo excelso, el yo creativo, el personaje, quien a partir de sus propias anclas artísticas se presenta.